28.05.24
1. Hoy sufrí un ataque espiritual en sueños. Una mujer de cabello rubio ondulado estaba con mi mamá en el pasillo y yo estaba en el lavabo del baño. Alguien me sujetó por detrás, como abrazándome, y se empezó a elevar como llevándome a otro lado. Yo sabía que no me llevaría a un lugar bueno y que eso no era un simple sueño. Me aferré al nombre de Yeshua y le ordené a ese alguien soltarme. Entonces me di cuenta de que ese alguien era un hombre con cabeza de caballo. O un caballo, no lo sé. Era de color negro y sus ojos lucían fanáticos. Él tenía miedo del nombre de Jesucristo, así que lo seguí mencionando. Cuando el caballo-hombre me soltó, desperté del sueño. Gloria a ti, Dios, por tu poderoso nombre.
2. Hoy pude unirme a Guerreros de oración y participar en la oración. Extrañaba a mis hermanos tanto... Gracias por permitirme orar con ellos, Yavé. ¡Y por permitirme ver a mi papá llevando tu palabra!
3. Conocí a Jasmín. Me brindó una plática breve, pero bonita. También pude regalarle uno de los corazones que tejí para el día de la madre. Eso alegró mi corazón.
4. Dos cosas me entristecieron hoy: recordar las palabras de Carmen sobre si realmente trabajo en un ambiente apto para una hija de Dios y el que la cartuchera que Alexa me regaló se rompiera. ¿Cuándo encontraré un lugar apto?... Siempre que encuentro un trabajo que amo la desidia de la gente lo arruina. Debo agradecer esta tristeza especialmente, porque me ayuda a aferrarme más a mi Padre.
5. Las palabras de mi hijo Alex, que reconfortaron mi corazón. Es una de las pocas personas con las cuales puedo compartir cómo me siento y cómo estoy. Gracias por darme un amigo como él, Yavé.
Flotando en el mar.
