24.11.24
1. Visité aquella iglesia en Ventanilla... Llegué con bien, incluso media hora antes de la hora acordada. ¡Pude leer el libro de Hebreos mientras esperaba! Y adoré a Yavé ahí, en el parque donde estaba esperando.
2. Terminé de preparar el obsequio de Alexa. Aunque la saludé en la mañana, de igual forma quería escribirle algo para que pudiera conservarlo. Gracias por permitírmelo, Papá Lindo.
3. El ambiente de la iglesia de Ventanilla me gustó. Está tan... apartado de la bulla citadina. Incluso vi caballos y lagunas. Un lugar tan hermoso... Cuando papá y yo nos acercábamos, se podía oír la alabanza a la distancia. ¡Así es como se alaba a Dios!
4. La prédica hoy fue de gran bendición. Tomé notas para poder pasarla a mi bitácora de fe.
5. Dios desató espíritu de sanación en aquel lugar. Usó las manos del pastor Abraham y fue... Lo sentí. Sentí al Espíritu recorriendo mi cuerpo y obrando en mi estómago. Yo creo. De verdad creo que Yavé me ha sanado y ruego no dudarlo en los siguientes días.
6. La sanación de papá. Espero que él se mantenga firme, porque la fe mueve montañas. ¡Y la de Noemí, y Carmen, y María, y Luz! Ay, ay, ay.
7. Cerramos esa visita con broche de oro: cantando y danzando para Jehová. Y oramos por el pastor Nelson y su familia.
8. Empecé a comer con normalidad, sin privarme de nada... Y no sentí acidez ni indigestión. ¡Gloria a Dios! Solo él cura, solo él restaura.
9. Terminé la reflexión sobre cómo derrotar pensamientos intrusivos. La compartí en mi estado de WhatsApp y Melisa me contó que le sacó captura de pantalla, kkk. Me hace feliz haber podido brindarle edificación por ese medio. Gracias, Yavé.
10. La vida de mi hermana Alexandra. A pesar de todo, papá y yo pudimos compartir tiempo con ella.
Gracias por ser tan bueno, Yavé...
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