PXMFC #4
Gracias. Gracias, porque fuiste claro y me brindaste las respuestas que te pedí, porque me autorizaste a formar parte de esta iglesia, porque me permitiste ver que no hay congregación perfecta pero que aquella que tú eliges para plantar a tus hijos siempre es fructífera y enseña. Gracias.
Es esta, estoy segura.
Y yo sé que el tiempo que estaré aquí, en IACYM, será el que tú decidas, pero no desespero. Por primera vez en la vida, siento paz absoluta. Tú tienes las riendas, tú me vas a sembrar aquí y tú decidirás cuánto tiempo tardaré en dar frutos.
Estoy segura de que no seré la única persona que acepte a Jesucristo como su salvador hoy, así que quiero rogarte por todos aquellos que darán ese importante paso conmigo hoy. Que tu llamado sea especial, que sea un llamado que no olviden jamás. Bendícelos con una fe fortalecida para que no se aparten del camino, de Yeshua. Bendice a los consolidadores que tendrán a cargo nuestra enseñanza, para que sean un puente y no una piedra de tropiezo.
Envía tu Santo Espíritu a aquellos consolidadores que sean los adecuados para guiarnos, aquellos que realmente serán un maravilloso instrumento en tus manos. Prepáralos para nosotros y prepáranos a nosotros para ellos. Prepáranos a todos para glorificar tu nombre y fortalecer tu iglesia.
Que el que pensaba irse, decida quedarse. Que el que pensaba unirse, se una. Que el que empezaba a dudar, sea afirmado. Que el que está solo, se congregue. Que el que tenga el corazón endurecido, se quebrante ante ti. Que el que no cree, crea. Que el que no oye, oiga. Que el que no ve, vea. Que el que sufre, renueve fuerzas en ti. Que el que ya se unió, vuelva a sentir las delicias del primer amor.
Cuida a mis futuros hermanos de congregación, por favor, que tu Espíritu Santo no deje de obrar en nosotros y que nuestra carne no lo contriste. Y, si eso sucede, que Yeshua nos pastoree de vuelta. Él, el hijo que coronaste como Rey, deja a las noventa y nueve para ir por la oveja número cien. Que su guía y su mano firme, pero cariñosa permanezcan con nosotros. Y que nosotros permanezcamos en él para poder permanecer en ti. Vengan a hacer morada con nosotros, por favor, como está escrito en tu palabra.
"Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada".
Juan 14:23 lo afirma, así que permítenos guardar tu palabra, mi señor. Permítenos resistir los ataques del enemigo, sus dardos de dolor. Ámanos. Vengan y hagan morada con nosotros, dennos la bienvenida a casa.
Te lo encomiendo, Yavé. Te encomiendo este día y los pasos que daré hasta tu altar. Te encomiendo el corazón de mi futura consolidadora o consolidador. Te encomiendo el futuro de IACYM y mi futuro como semilla ahí. Te encomiendo mi aprendizaje y mis lazos. Te encomiendo el impacto e influencia que esto puede tener en mi familia. Te encomiendo esta iglesia para que la santifiques y la bendigas.
En el nombre de tu hijo Jesucristo, quien vive y reinará por los siglos de los siglos.
¡AMÉN!