Haziel & Árpad

Las imágenes son referenciales. Dale click a la foto de quien quieras conocer primero: Árpad o Haziel. Btw, esta es la versión resumida. La ficha completa se muestra en la novela y es demasiado larga y detallada como para mostrarla aquí.
Psicología del personaje
Haziel es una cebolla.

Para conocerlo bien debes deshacerte de las capas que le cubren y, sobre todo, aprender a diferenciar entre su yo celestial y su yo mundano. Él es una herramienta divina que vino a la tierra para mezclarse con la mundanidad de su receptáculo. Como tal, en cada parte del camino, deberás cuestionar si estás tratando con Árpad, con Haziel o con ambos.

Ahí donde Árpad pensará en ti y procurará ser franco contigo, Haziel simplemente decidirá que debes saber solo lo que debes saber. Ahí donde Árpad llorará por haberte lastimado, Haziel se disculpará mas no sentirá culpa por hacer lo correcto. ¿Cómo podría? Haziel es una herramienta de Dios, para él amar a todos es lo mismo que no amar a nadie en particular. No va a violar las leyes sagradas para satisfacer el ego de quienes ama, porque él comprende la auténtica naturaleza del amor y sabe que el ego no proviene del amor. El ego obedece a la identidad de un individuo, pero la comunión de las almas rompe toda identidad para ser una sinfonía en amor.

Y, sobre todas las cosas, Haziel ama al Creador y al propósito de este amor.

Y tal vez ama más a Arpad de lo que ama a los otros hijos predilectos y a los hijos amados del Creador, pero eso nadie tiene por qué saberlo. Está dispuesto a asumir las consecuencias de ese desequilibrio en su amor cuando se reúna con el Creador, porque solo él cuenta con la sabiduría necesaria para ser juez. Cuando el día llegue, Dios, quien conoce su corazón, decidirá y Haziel aceptará.

Historia del personaje
* * *

El primer recuerdo de Haziel es el de la inmensidad. La luz es tan intensa que los cuerpos celestes tiemblan, el amor es tan puro que emite sonidos… Música sacra. Las notas son brillantes y los movimientos trascienden toda forma y contenido. Las ondas sonoras generan movimiento y el movimiento genera vida. Haziel cobra consciencia de su existencia entre los brazos del Creador, un ente que no muestra su rostro pero cuya presencia se siente en el espacio.

Una visión, un legado. Lentitud. Un siglo es un año… Sus ojos abiertos pueden ver lo inconmensurable. Ven las emociones como pintura en el aire, ven los pensamientos como si estos fueran un libro abierto, ven la esencia de las cosas más allá de lo sensorial, ven las almas de los fieles que danzan y cantan al reunirse con su Creador y ser una sola cosa en el amor auténtico y universal, una masa de energía que se desborda en todas las direcciones, indefinible pero consciente de lo que es... Ve un caleidoscopio estelar de energía cuya comprensión es ilimitada. Está en el tiempo que nunca fue, en el tiempo del inicio que es el fin.

Su hogar está más allá del tiempo mismo.

* * *

Árpad fluye en conexión con todo lo que tiene alrededor y logra que el trozo de universo que habita se acomode a él. Haziel sabe que va a ser difícil para él vivir, porque la maldición de los hijos predilectos es brillar demasiado. El mal siempre está al acecho, con forma de dolor, miedo, inseguridad o vacío. El mal es creativo, porque debe serlo para ser herramienta de demonios y seres rotos que quieren romper a otros.

Como aquel, el que no puede tolerar que Árpad sea puro y lo profana.

La inmensidad del cielo llora entonces, como llora cada que uno de los hijos predilectos es roto. No llora porque la carne destroza a la carne, no llora porque hay sangre y una identidad quebrada. ¡La inmensidad del cielo sabe que esas cosas son vanas y pasajeras! ¡La carne se pudre, la sangre se seca y la identidad se diluye cuando llega la muerte santa! Nada de eso es duradero. La inmensidad del cielo llora porque las almas son heridas, la fe cae y lo que una vez fue amor como rencor renace.

La inmensidad del cielo llora porque el alma de Árpad tiene una cicatriz profunda y ¿quién sabe si él, en su mundanidad, podrá detectar esa cicatriz y arreglarla? ¿Sabe Árpad cómo se arregla un alma? ¡Los seres mundanos pueden ser, en algunas ocasiones, tan ignorantes! Haziel ve cómo Árpad intenta arreglarla con fuerza, con viajes, con rencor que nace de su sed de justicia…

* * *

Árpad está listo.

Haziel, que es un arma especializada en perdón y misericordia, se agrada en Árpad. Y se agrada en Árpad porque ha confirmado que el Creador realmente ha hecho lo mejor al elegirlo, al pagar el precio de su dolor y al enviar a uno de sus querubines para reparar aquella alma que ha dado el primer paso hacia su sanación y que está lista para dar un paso más.

Un paso que Haziel debe dar. Un paso que consiste en lograr que la luz que está en Haziel esté en Árpad también.

Emme

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01.03.25